comunicaciÓn no verbal
Cuando se mantiene una conversación, no sólo es importante aquello que se dice, sino que es igual o más importante la manera en que se dice y/o la actitud que se muestra, tanto en el caso del emisor como del receptor.
Lo primero es distinguir entre:
- Lenguaje corporal cerrado: Cuando los gestos son muy escasos y controlados (brazos y piernas pegados al cuerpo), enviando una serie de incomodidad con la otra persona o de indefensión.
Por ejemplo: Hombros tensos, brazos y piernas cruzadas, mirada baja o de un lado a otro. - Lenguaje corporal abierto: Enviar señales positivas y mensajes de que se está relajado/a y cómodo/a. Eliminar barreras de comunicación; Los brazos y piernas son libres y las palmas de las manos se muestran visibles.
Por ello hay que prestar especial atención a factores como:
- El contacto visual: puede variar según las personas: mantener la mirada prolongadamente puede resultar incómodo pero, por otra parte, no mirar a los ojos demuestra desconfianza. Así pues, mediante un contacto visual adecuado, podemos:
- Crear una relación más personal con los demás.
- Transmitir seguridad y energía.
- Concentrarse mejor en aquello que se dice.
- Recoger información del /la interlocutor/a.
- La postura adoptada: Dependerá de la situación y el contexto. Es recomendable adoptar una postura correcta, que muestre atención por el/la interlocutor/a, por ejemplo, es conveniente hablar de pie mejor que sentado.
- El movimiento: Acompañar la conversación con movimientos sirve de ayuda, siempre que sean con un objetivo concreto, para captar la atención o variar el discurso. Hay que evitar los movimientos nerviosos o sin sentido.
- El tono emocional: este apartado incluye aspectos como la sonrisa, la expresión facial que denote interés, el tono de voz adecuado y todo tipo de gestos que expresen estados emotivos, dando dinamismo y energía a la conversación y manteniendo la atención.
Mención especial se hace a la primera impresión; Podemos definirla como: la percepción que hacemos de otra persona, según su comportamiento y cómo se expresa a través de su cuerpo, expresiones que captamos por diferentes canales sensoriales. Es una reacción que se produce en muy poco tiempo, en realidad, unos 10 segundos, e influye sobre la intuición que se tiene sobre este sujeto.
Aunque no se sabe con certeza el porqué de este comportamiento, la cultura, la educación y el instinto son factores de influencia.
Es importante, por tanto, tener en cuenta las situaciones en que se desarrolla el encuentro y los objetivos que se quieren conseguir, para poner especial atención a sus componentes:
* Aspecto personal: higiene, vestimenta…
* Lenguaje corporal: mirada, gestos, saludos…
* Y la voz: entonación y timbre.