a. autoempleo
El empleo por cuenta propia es otra de las posibilidades que existen para encontrar trabajo: consiste en poner en marcha una iniciativa empresarial. De esta forma, eres tu propio/a jefe/a; lo que supone ser responsable de la propia actividad.
Siempre que se embarque en un proyecto personal hay que pensar de forma realista y decidir qué actividad se llevará a cabo según las capacidades y posibilidades que se tengan.
Esto conlleva: tener una buena idea, un proyecto sólido, medios adecuados y motivación suficiente para llevarlo a cabo. Aún así, se presentarán situaciones previas de “miedo escénico” y situaciones estresantes; pero esto no puede hacer desistir a la persona de su empeño.
Para llevar a cabo esta opción, hay que pensar:
- en las cualidades, conocimientos y experiencia que se tiene.
- en las posibles carencias que puedan existir, pero de forma positiva, ya que muchas de ellas se pueden solucionar. Ejemplo: no se tiene carnet de conducción, se puede conseguir.
- en la IDEA.
- en hacer esa idea empresa.
- en recoger información de otras empresas similares, si existieran (Cámara de Comercio, Asociaciones de Empresarios,…) o empresas complementarias.
- en la posibilidad de trabajar en grupo (Cooperativas).
- en el tipo de empresa y el “producto” final.
- en la competencia posible.
- y, en la viabilidad económica del proyecto.
Si se tiene claro, hay que tener voluntad, implicación y mucha capacidad de trabajo. Y a la hora de formar o crear una empresa se debe tener en cuenta unos pilares fundamentales:
- El proyecto de crear la empresa: se definen las características del empresario/a, el plan de empresa y la toma de decisiones.
- La elección de la forma jurídica: las diferentes formas jurídicas que se pueden adoptar haciendo hincapié en las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas.
- Trámites administrativos: se recogen las diferentes gestiones para la creación de empresa (ámbito nacional, autonómico y local).